Una mujer, dos cuadros, un vestido y un espejo, disparan una de las historias más apasionantes escritas por Sergio Arrau para el teatro. Micaela Hernández, una mujer de hoy, comienza a mirarse en el espejo mientras se prueba un vestido del siglo XVIII que necesita arreglarse. 

Ella es costurera y esa prenda tiene que estar lista para una obra de teatro que está a punto de estrenar. En su habitación hay dos cuadros, uno de Micaela Bastidas, esposa de Túpac Amáru II; y el otro de Micaela Villegas, más conocida como La Perricholi, mujer mestiza que fue amante del virrey Manuel Amat e Junient, y actriz predilecta del público limeño en ese momento. 

Con ellas, Micaela Hernández, se conecta a lo largo de la historia, impulsada por los recuerdos de relatos maternos que la hicieron soñar con un posible parentesco con esas dos mujeres del siglo XVIII que se llamaban como ella, ambas fueron, a través de sus acciones, mujeres distinguidas en la sociedad colonial peruana.

Una obra teatral de largo aliento que te llevará por un viaje de emociones e intriga, conociendo poco a poco a nuestra querida Micaela.